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Monasterio de San Salvador de Leyre
El monasterio de Leyre, ubicado a unos 50 km de Pamplona, es uno de los más relevantes dentro del románico del reino de Navarra. Fue uno de los conjuntos más castigados durante la Desamortización, que finalizó con la exclaustración de la comunidad en el año 1835. En el año 1867 fue declarado monumento histórico.
La noticia más antigua que conservamos sobre este monasterio se encuentra recogida en una carta que Eulogio envió a Wilesindo, obispo de Pamplona, hacia el año 848, en la que encontramos dos menciones a Leyre. También fue en el siglo IX cuando llegaron al monasterio las reliquias de las santas Nunilo y Alodia. El aumento de la importancia de este conjunto arquitectónico se debió, en gran medida a su vinculación con la monarquía navarra, llegando a cumplir la función de panteón regio.
La primera etapa constructiva se enmarca dentro del período de Sancho el Mayor y del abad Sancho, correspondiéndose seguramente con la ampliación de una reconstrucción prerrománica precedente, y culminaría con la consagración de la cabecera en el año 1057. Es entonces cuando se construyen la cripta y la cabecera de la iglesia. La cripta se construyó por motivos estructurales para salvar el desnivel sobre el que debía construirse la cabecera. Tanto la primera como la segunda, se corresponden en el exterior con una división en tres ábsides, sin embargo, observamos que en la cripta se abren cuatro vanos, mientras que en la cabecera del nivel superior se abren solamente tres. Esta discordancia se explica por la peculiaridad de que la cripta fue, en principio, concebida para estructurarse en tres naves, aunque finalmente se dividió en cuatro de la misma anchura para poder abovedar el espacio con cañón. Llaman también la atención los soportes empleados: fustes muy cortos y delgados para sustentar unos capiteles de dimensiones desproporcionadas. Encontramos en esta primera etapa otros indicios que llevan a pensar que durante la construcción fueron surgiendo algunos problemas técnicos que se subsanaron sobre la marcha.
La cabecera del nivel superior se encuentra estructurada en tres naves, siendo más ancha y alta la central que las laterales. Un elemento característico a destacar dentro de esta construcción y que encontraremos en otras construcciones navarras es que en el muro septentrional del edificio no se abren ventanales. La iglesia quedó inacabada, hecho testimoniado por las columnas que quedaron a la espera de sustentar nuevos arcos que dividieran el espacio en tres columnas.
La segunda etapa constructiva se extiende hasta el siglo XII. En el primer contrafuerte del lado norte se conserva la inscripción MAGI[S]TER FULCHERIUS ME FECIT, que se ha asociado con el director de las obras, y otra con la palabra AZNAR, que se ha asociado con un monje que emitió algunos diplomas hacia 1120.
En esta etapa se realiza una ampliación de los muros perimetrales del templo, en una estructura de nave única, aunque no sabemos cómo se cubrió el espacio, ya que el abovedamiento actual en de época tardogótica.
También se construyen en este momento dos portadas. En el lado meridional una “arcaizante” con un tímpano con la representación un crismón trinitario, sustentado por dos ménsulas que representan una cabeza de buey y otra de león, que parecen estar en relación con el templo de Salomón. La segunda se encuentra en la parte occidental y es la denominada Porta Speciosa o “puerta hermosa”. Se trata de una entrada monumental conformada por un tímpano sobre parteluz cobijado por cuatro arquivoltas. La decoración escultórica ocupa prácticamente la totalidad de la portada, expandiéndose a las jambas y las enjutas. En el tímpano se representa a Cristo en la posición central, y a su derecha a la Virgen María, san Pedro y un escriba, mientras a su izquierda aparece una figura masculina identificada con Santiago o con san Juan y otra figura que parece representar a un apóstol. Ante la ingente cantidad de figuras y escenas contenidas en esta portada han abierto el debate de si existió la idea de plasmar un programa coherente con un tema prioritario en torno al cual orbitan los demás, o si por el contrario se trata de una yuxtaposición de temas e ideas, tal y como sucedía en períodos anteriores.
Algunos autores teorizan, a la luz de las diferencias estilísticas y de acuerdo con una segunda consagración del templo acontecida en el año 1098, que la portada fue realizada en dos etapas distintas, apuntando la posibilidad de que el Maestro Esteban hubiera trabajado en Leyre antes de ser contratado para trabajar en la catedral de Pamplona.