Priorio

La Iglesia de San Juan Evangelista de Priorio, situada sobre el río Nalón a escasos ocho kilómetros de Oviedo, es uno de los mejores ejemplos del Románico Asturiano. A pesar de ello existen bastantes dudas sobre sus orígenes. Aunque existen algunas referencias anteriores bastante dudosas, la primera documentación enteramente fiable de Priorio es una donación de Fernando IV en 1305. La mayoría de autores suelen ubicar cronológicamente a la iglesia en los últimos años del siglo XII o, incluso, ya en el siglo XIII.

Se trata de una construcción sencilla de planta basilical, estrecho tramo presbiterial y un solo ábside semicircular. El interior presenta un alzado muy sencillo en el que destaca el arco triunfal con dos arquivoltas sin decoración que descansan sobre columnas con capiteles vegetales. El interior del ábside está recorrido por una sencilla imposta. La nave cubre con madera, el presbiterio con cañón y el ábside con cuarto de esfera.

Al exterior, el ábside se articula por medio de dos grandes columnas adosadas con capiteles vegetales y zoomorfos. A lo largo de toda la cornisa exterior se desarrolla un complto conjunto de canecillos con mitivos vegetales y geométricos, así como animales monstruosos junto a figuras femeninas.

Quizá lo más destacable de la iglesia sea su portada occidental. Se trata de un espacio de cinco arquivoltas de medio punto sobre un desarrollado basamento y culminadas por capiteles vegetales muy esquemáticos. Los fustes presentan esculturas de los evangelistas, muy hieráticos y frontales. Los machones de la imposta cuentan con sendas figuras de atlantes. El relieve del tímpano representa una Maiestas Domini rodeada por el Tetramorfos y dos ángeles rematando el conjunto. Estéticamente se presentan figuras de cánon corto y con cierta desproporción anatómica. Normalmente suele emparentarse la obra con los talleres ovetenses de finales del siglo XII.