Malvaglia

Durante este verano que ya está a punto de terminar, es probable que muchos aficionados al románico hayan encontrado inopinadas joyas medievales durante sus visitas de vacaciones. En Europa hay tanto románico que es imposible no encontrarlo en alguna parte cuando se viaja por el Continente.

La imagen que acompaña el texto pertenece a la iglesia parroquial de San Martín de Tours, en la localidad de Malvaglia, un pequeño pueblo montañés del cantón suizo de Ticino. Gran parte de la obra actual data del siglo XVI, pero la construcción del templo comenzó a finales del XII. En 1207 un documento certifica la consagración de la iglesia, ya terminada, bajo la advocación de san Benito de Nursia (la cual fue cambiada por la actual, a san Martín, en 1289). De aquellas trazas primitivas queda en pie la soberbia torre campanario que destaca de forma visible.

Con toda seguridad, a los amantes del románico pirenaico les resultará familiar el estilo lombardo en el que está erigida, con su planta cuadrada, sus sillares de pequeño tamaño y su número de vanos creciente en paralelo a la altura. Dado que el cantón de Ticino se encuentra lindando con la frontera del norte de Italia, no es extraño encontrar en este lugar una muestra del paso de los "magister comacini" que llevaron el estilo lombardo por todo el sur de Europa, desde el río Po hasta tierras catalanas.

La iglesia de San Martín de Tours en Malvaglia es sólo un hito más de su largo recorrido, el cual nos enseña de nuevo por qué consideramos el Románico como el primer estilo internacional europeo.