Comenzamos este nuevo año con una propuesta en la que recorreremos algunos de los puntos más interesantes del Alfoz de Fuentidueña. Iniciaremos nuestro itinerario a las afueras de Fuentesoto, en el despoblado de San Vicente de Pospozuelo, visitando la Ermita de San Vicente Mártir,una construcción que ya desde su origen quedó incompleta pero no por ello pierde armonía en su conjunto, presentando una cabecera de especial belleza. Continuaremos nuestro camino hasta Pecharromán, donde localizaremos en el núcleo urbano la Iglesia de San Andrés, cuyas proporciones son bastante fieles al original aunque ha sufrido diferentes alteraciones, llamando especialmente nuestra atención los canecillos presentes en la cornisa, seres fantásticos, acróbatas, saltimbanquis y otros. Tras la visita a Pecharromán y antes de parar a comer en Sacramenia nos detendremos en Las Bodegas Finca Cárdaba para conocer lo que aún se conserva del priorato de Santa María de Cárdaba cuyo origen se remonta al s.X, siendo hoy una propiedad privada que ha recuperado la ermita de Santa María, que llegó a ser usada como panera y almacén durante buena parte del s.XX. 

 

Terminaremos la jornada disfrutando de la Villa de Fuentidueña, visitaremos la Iglesia de San Miguel Arcángel, templo de notables dimensiones caracterizado por su bello ábside, el pórtico norte de siete arcadas con motivos vegetales y sus dos portadas, sin embargo, merece especial atención la variedad y delicadeza de la talla de sus canecillos y otros elementos decorativos tales como capiteles, destacando entre otros “la Psicostasis y los castigos infernales” o el "Martirio de San Esteban" ubicados en su interior. Al término de la visita nos aproximaremos a las ruinas de la ermita de San Martín para recordar aquel momento de 1958 cuando aun habiendo sido declarado Monumento Nacional, se optó por “intercambiar” con el Museo Metropolitano de Nueva York la cabecera de la Iglesia por la “devolución” de parte de las pinturas de la ermita de San Baudelio de Berlanga hoy presentes en el Museo del Prado. Cerraremos la jornada con la Iglesia de Santa María la Mayor, construida a extramuros fue posiblemente la más antigua de la Villa, de humilde aparejo y casi nula decoración escultórica a diferencia de otras de este Alfoz.